XX COPA DEL MUNDO DE FÚTBOL BRASIL 2014: SITUACIÓN DE MACONHA, DE BOSSA NOVA, FUTEBOL, PÁGINA DE INTERNET

No termino de escribir "quien vio cuatro o cinco Mundiales los vio todos. Quien escribió sobre un par de Mundiales, escribió sobre todos" que pasa algo insólito: ¡sobreviene la mejor Copa del Mundo en varias décadas! Con esa capacidad de previsión que me caracteriza, entonces, aventuro algunos apuntes acerca de estos primeros diez días de competencia de ese Carnaval deportivo a escala global que es un Campeonato Mundial de Fútbol. Porque, de no ser por el fallo del juez Griesa que deja a Argentina al borde un nuevo default, la inminencia del procesamiento del vicepresidente Amado Boudou por un caso de presunta corrupción, la no menos inminente caída del gobierno de Irak a manos de Al Qaeda a menos que lo rescate una alianza de Estados Unidos e Irán (!), el recrudecimiento de la crisis entre Rusia y Ucrania y la abdicación del Rey de España preocupado por salvaguardar su situación ante la Justicia ¿qué cosa importante ha pasado en estos días?

Dedicado a esos grandes olvidados, Borges, Perón, Caruso Lombardi.

Si esperé hasta esta altura del certamen para escribir no fue solamente por falta de tiempo, sino también por un convencimiento: no se puede opinar con seriedad acerca de la realidad de un equipo (¡y aún menos de su futuro, muchachos!) tras un solo partido. La prueba está en las más que disímiles actuaciones de Alemania, Suiza, Nigeria, Italia y el Boca de Bianchi Uruguay, por no hablar de los tremendos altibajos que mostraron, en el mismo partido, Holanda o Chile, dos equipos que atacan muy bien pero sus defensas bordean el solecismo futbolístico. E incluso los alemanes, que golearon 4-0 a Cristiano Ronaldo y diez más, la tuvieron bastante complicada hasta que les regalaron un penal inventado y Pepe (Lotudo) se hizo echar por una de las suyas. Las excepciones son, hasta ahora, La France, aunque usufructuando la ventaja de jugar contra nadie, y Honduras, Camerún, Portugal (!), Grecia, Bosnia Hercegovina, Rusia y Corea del Sur, que fueron parejas nadas en los dos encuentros que jugaron hasta ahora. Hay muchos goles, vocación ofensiva, buen juego, pocas patadas de las que hacen pensar si el fútbol será otro arte marcial, y por suerte todavía a ningún jugador se le ocurrió incluir sacarse una selfie como parte del festejo de un gol.

(A la derecha, imagen de un volante publicitario de los quinieleros bonaerenses con los sueños mundialistas. Notable que soñar con Mariano Closs sea el 53, o que soñar con Basanta sea el 23. Mucha mejor publicidad que los lamentables comerciales del ecologista solito en la Puna - de Arnet - o los de los periodistas cabeza de termo en las conferencias de prensa de los entrenadores uruguayo, brasileño e inglés - de los inimputables de Olé. Saludos a Vandor, amigos publicitarios).

También me gustó la Riverción modelo 2014, Colombia, dirigida por uno de los Juan Carr del fútbol, José Pekerman. (Marcelo Bielsa y Oscar Tabárez son los otros dos ejemplos flagrantes de esa parafilia de nuestro periodismo meramente deportivo). ¿Brasil? Parece un poco asustado por la responsabilidad de ser local, pero por eso mismo es el candidato obvio. ¿España? Presentó el mismo equipo que en 2010, con cuatro años más encima y tras una Liga y una Champions épicas para sus equipos líderes: sus mejores jugadores llegaron a Brasil agotados y sin hambre, y así les fue. ¿Inglaterra? Pobre Rooney, que es un enamorado del gol, sólo que en los Mundiales el suyo es un amor no correspondido. ¿Rusia? Como no recurra a los bidones de polonio 210, queda a merced de su vieja enemiga, la pelota. ¿Y Argentina?

Argentina se pasó discutiendo una semana de si tres, cuatro o cinco defensores, cuando creo que el tema es otro: en el tan admirado esquema básico 4-2-0-4 hay algo que obviamente está mal, y es la falta de conexión entre las dos mitades del equipo, la que defiende sola y la que ataca, también sola. Pero el problema no es sólo táctico, sino también, y especialmente, de hombres: es realmente muy flojo el nivel presente de Gago, Agüero e Higuaín, y sumamente discontinuo el de Di María y Messi, quien tiene el atenuante de que en sus (espaciados) momentos cumbre salva al equipo a fuerza de genialidad.

Es notable también, y un síntoma de lo poquito que entiende nuestro periodismo meramente deportivo de absolutamente nada en el mundo, que los dos jugadores más denigrados en la previa del partido con Irán hayan sido los dos que se pueden rescatar (Rojo y Romero) y que los tan alabados Cuatro Fantásticos y Gago hayan sido de lo peor, hecha la salvedad de lo de Messi. No es que los amigos de Olé, América TV, TyC Sports, Clarín, La Red, Mitre, tengan mala leche para con Sabella: directamente tienen vinagre en vez de fluidos corporales, porque creen que eso es ser periodista. (Sin desperdicio las noches de TyC Sports con Horacio Pagani, miembro de luxe del Salón de la Fama de los Ingeridos por el Personaje y a menudo cargadito de alcohol: casi un This is Spinal Tap del periodismo meramente deportivo. Una lástima que, pasando de mano en mano, la antorcha de la defensa del buen juego haya ido a parar a Pagani, donde se apagó).

El partido con Irán tiene sus matices, porque los asiáticos no pusieron un ómnibus adelante del arco, pusieron una mezquita, y apenas atacaron, debido a que Sabella, inteligentemente, hizo sentar a mujeres sin velo atrás del arco de Romero, cosa que los iraníes no osaran ni acercarse. (Postura, la iraní, que ya había definido Homero Expósito hace mucho: "en la vida / se cuidan los zapatos / andando de rodillas"). Es difícil jugar contra un equipo así, aunque seguramente no tanto como enfrentar a la Mannschaft, o a la Canarinha de visitante y en una final. ¿Qué hacer?

En exclusiva, desde la producción de esta página (?) consultamos al respecto al dirigente socialista Hermes Binner, que nos respondió, casi haciendo un cover del "es difícil, muy difícil" de su coterráneo el Lole Reutemann, "es complejo..." y nos dejó esperando que profundizara, hasta que se nos acabó el crédito del celular y la comunicación se cortó. ¿Daniel Scioli? Dijo que todo iba a salir bien, "con fuerza, con optimismo" y le cortamos nosotros antes de que siguiera. ¿Ernesto Sábato, consultado vía la banda ancha médium de 75 megas de la Escuela Científica Basilio? Nos respondió "es atroz, atroz".

Humildemente, aquí proponemos darle una oportunidad más a esta formación contra Nigeria, al menos en el primer tiempo. Si esto funciona menos que la cría de caracoles de riña, que entre Palacio por esta versión desconocida de Agüero y que juegue de volante por la derecha, tapando el hueco que deja el Gago realmente existente al cerrarse, un 4-4-2 que admite algún otro cambio, tal vez Maxi Rodríguez o Augusto Fernández por Gago. No sacamos a Higuaín, que lo merecería, porque así aumentaríamos el ya crónico problema de baja estatura de esta selección. Selección que así agranda a cualquiera: yo miraría con atención la actuación de Alemania en su partido final contra Estados Unidos. No vaya a ser que los alemanes prefieran salir segundos en su grupo para enfrentarnos en cuartos de final y así esquivar a Francia...

Aclaración importante, damas y caballeros: en esta nota no nos reímos del fútbol, nos reímos con el fútbol. Y para el final, un saludo a nuestra versión de los Heráclidas o hijos de Hércules, los innúmeros Maradónidas, con once de los cuales ganaremos todos los Mundiales de la década de 2020. ¡Por lo menos, así lo veo yo, shik shik!

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